Humanidades Digitales e inteligencia artificial: Una nueva frontera para la investigación, la docencia y la creación
- Alejandra González Dávila
- 25 sept
- 9 Min. de lectura

Introducción
La civilización actual está inmersa en el mundo digital, la tecnología no es solo una herramienta, sino el tejido mismo de nuestra cultura y sociedad. En este contexto, las Humanidades Digitales (HD) emergen como un campo interdisciplinario crucial, situado en la convergencia de las disciplinas humanísticas y las ciencias de la computación.
Históricamente, las Humanidades Digitales tienen sus raíces en proyectos pioneros como el Index Thomisticus del padre Roberto Busa en la década de 1940, que utilizó la computación para el análisis lingüístico de textos masivos. Sin embargo, la irrupción reciente de la inteligencia artificial (IA), y en particular de la IA generativa, ha catalizado una revolución que redefine las prácticas de investigación, docencia y creación artística, lo que abre un horizonte de posibilidades, pero también de profundos dilemas éticos.
Nos enfrentamos a varios retos que resultan agotadores y fascinantes a la vez. Por un lado vivimos una innovación desenfrenada, acompañada del miedo a quedarnos atrás y la aparente sustitución de capacidades humanas. Por otro lado, se abre un horizonte de esperanza, colaboración y uso ético de la tecnología para potenciar nuestra creatividad y comprensión del mundo.
Este artículo explora cómo la IA está reconfigurando el campo de las Humanidades Digitales, analizando su impacto en la investigación, la pedagogía y la creación, sin perder de vista los desafíos críticos y las responsabilidades institucionales que esta nueva era nos impone.
I. La IA como herramienta de investigación en las humanidades
La inteligencia artificial no debe ser vista como un reemplazo del investigador, sino como un facilitador cognitivo (Artopoulos, 2025) que amplifica las capacidades intelectuales. Steve Jobs decía en sus conferencias que la tecnología digital era una especie de bicicleta eléctrica para la mente: quien la conduce aún está al mando de ella. De hecho, la IA permite explorar el conocimiento a una escala y velocidad sin precedentes. Su integración ha dado lugar a nuevas metodologías que transforman la manera en que los humanistas interactúan con sus fuentes.
A. De la lectura cercana a la lectura distante
Cuando una persona hojea un libro que le interesa y decide embarcarse en su lectura, puede encontrar fascinante una frase, una experiencia de vida o un momento de la trama que quiere recordar, quizás doble la esquina de la página, busque un separador, haga una anotación, subraye el renglón o coloque un post-it en el párrafo correspondiente. En formato digital, puede elegir entre hacer un comentario, usar un marcador, o agregar un cuadro de texto empleando las herramientas que ofrecen programas como Adobe. Todas estas prácticas dan cuenta de un análisis minucioso del texto, al que Franco Moretti (2015) denomina lectura cercana y va más allá del formato físico o digital, dado que el objetivo es el mismo en ambos casos: apropiarse del texto.
Cuando esta práctica se aplica a varias fuentes utilizando herramientas computacionales para analizar grandes corpus de textos (miles de libros, artículos o documentos) con el fin de identificar patrones, tendencias y relaciones estructurales que son invisibles al análisis individual, se efectúa lo que Moretti denomina una lectura distante. De esta manera se obtienen productos como nubes de palabras, mapas de redes de conocimiento y visualizaciones de datos que permiten a los investigadores hacerse nuevas preguntas y descubrir fenómenos a gran escala.
Por ejemplo, es posible mapear las interacciones sociales entre personajes en obras literarias complejas como Juego de Tronos para visualizar las estructuras de poder de la trama. Este tipo de mapeo se ha realizado desde la obra de Maquiavelo, hasta el análisis del discurso histórico-político. También, se ha empleado la etnometodología para trabajar el análisis del discurso de la ciencia en la escuela y en los espacios de divulgación (González, 2003) empleando secuencias de habla transcritas a partir de audios de profesores y conferencias de científicos renombrados.
B. Metodologías y técnicas computacionales en acción
La IA provee un arsenal de técnicas que se están aplicando con éxito en problemas de investigación humanística complejos.
Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN): Como campo de la IA que estudia la interacción entre computadoras y el lenguaje humano, el PLN es fundamental para las Humanidades Digitales. Sus aplicaciones incluyen el análisis morfológico, sintáctico y semántico de textos. Plataformas como TuLengua ofrecen herramientas específicas para el tratamiento de corpus en español. Un caso de estudio exitoso es el uso de la estilometría —el análisis cuantitativo del estilo de un autor— para resolver problemas de atribución de autoría, como en la investigación que identificó con alta probabilidad al autor detrás del seudónimo Elena Ferrante mediante el análisis de un corpus de 150 novelas italianas.
Visión por computadora: Esta rama de la IA se aplica al análisis de imágenes y medios visuales, siendo de enorme utilidad en la historia del arte y la conservación del patrimonio cultural. Los algoritmos de IA pueden analizar obras de arte para detectar daños, restaurar colores desvaídos, predecir su deterioro e incluso identificar falsificaciones analizando pinceladas o la composición química de los materiales. Un ejemplo notable es su uso en el Coliseo de Roma, donde el reconocimiento de imágenes ayuda a identificar grietas y patrones de erosión para guiar intervenciones de restauración precisas.
Digitalización y enriquecimiento de archivos: La IA está transformando la digitalización de textos antiguos. El reconocimiento óptico de caracteres (OCR) convierte manuscritos en texto legible por máquina, y los modelos de IA pueden reconstruir secciones dañadas aprendiendo los patrones lingüísticos y estilísticos de la época. La IA se utiliza para enriquecer corpus digitales mediante la anotación semántica automática, la extracción de relaciones ocultas entre documentos y la visualización de datos, facilitando la labor de los historiadores.
C. El proceso de investigación asistido por IA
La IA optimiza todas las fases del trabajo del investigador. Herramientas como Elicit o Keenious agilizan la revisión bibliográfica al encontrar artículos y generar resúmenes comparativos. La IA generativa como Gemini, ChatGPT (Vergara-Aguirre, 2023) o Perplexity puede asistir en la escritura académica al estructurar ideas, mejorar la coherencia y pulir la redacción. Eso sí, funciona como un complemento eficaz cuando los estudiantes ya poseen una base de habilidades críticas y argumentativas. Esta simbiosis exige una colaboración cada vez más estrecha entre humanistas, informáticos e ingenieros, rompiendo las barreras disciplinares tradicionales.
II. La Transformación de la docencia y el aprendizaje
El impacto de la IA en la educación superior es igualmente profundo: obliga a una revisión del currículum, el rol del docente y las metodologías de evaluación.
A. El nuevo rol del docente: de transmisor a diseñador y mentor
Con el acceso masivo al conocimiento a través de la IA, el docente deja de ser la única fuente de saber. Su función evoluciona hacia la de un diseñador de experiencias educativas y un mentor ético.
La tarea principal ya no es transmitir información, sino enseñar a pensar críticamente: cómo seleccionar, analizar, contrastar y cuestionar los resultados generados por la IA, y cómo usar estas herramientas de manera responsable y reflexiva (Magistrum, 2025)
B. La IA como contenido y metodología curricular
La IA no es solo una herramienta para aprender, sino un contenido a ser aprendido en sí mismo.
Integración del pensamiento computacional: es clave desarrollar el pensamiento computacional aplicado a las humanidades, que incluye habilidades como la descomposición de problemas, el reconocimiento de patrones y el diseño de algoritmos. Proyectos educativos, incluso para niños, ya usan estos conceptos en asignaturas como el arte, historia o geografía a través de actividades como explorar la simetría en obras de arte o usar códigos binarios para resolver acertijos en museos.
Nuevos contenidos curriculares: universidades como Cambridge ofrecen cursos de posgrado en HD con asignaturas como IA Generativa: teoría y práctica, Lectura Distante y Práctica técnica crítica. Esto demuestra una institucionalización del campo donde la IA es un objeto de estudio crítico.
Personalización del aprendizaje: la IA tiene el potencial de adaptar contenidos educativos al ritmo y estilo de aprendizaje de cada estudiante, ofreciendo tutorías personalizadas y retroalimentación continua. Sin embargo, su implementación enfrenta desafíos de equidad, como los costos y la brecha digital.
C. Repensar la evaluación en la era de la IA
La IA generativa ha vuelto obsoletos muchos métodos de evaluación tradicionales basados en la memorización, como los exámenes de opción múltiple o de rellenar espacios, que pueden ser resueltos fácilmente por un chatbot. Esto exige un cambio hacia evaluaciones orientadas al desempeño que midan habilidades del siglo XXI como el pensamiento crítico, la creatividad y la colaboración. Entre los métodos recomendados se encuentran (Henriquez Orrego, 2024):
Portafolios de evidencias que muestren el progreso a lo largo del tiempo.
Presentaciones públicas y proyectos interdisciplinarios.
Simulaciones y juegos de rol que exijan aplicar conocimientos.
Enseñanza entre compañeros, donde los estudiantes usan la IA como recurso para preparar y enseñar un tema.
III. Creación artística en la era de la IA generativa
La IA generativa de imágenes y texto ha provocado fascinación y preocupación en la comunidad artística, planteando preguntas fundamentales sobre la creatividad, la autoría y la originalidad. Sin embargo, al igual que la fotografía no acabó con la pintura –sino que la liberó del realismo y dio paso al impresionismo–, la IA puede ser vista no como el fin del arte, sino como el surgimiento de un nuevo medio con posibilidades propias.
El debate se centra en si una máquina puede ser verdaderamente creativa. La mayoría de los artistas y críticos coinciden en que, si bien la IA puede imitar estilos y generar obras estéticamente complejas, carece de intencionalidad, emoción y la experiencia vivida que son el núcleo de la creatividad humana.
Por ejemplo, la IA puede producir un soneto al estilo de Shakespeare, pero no puede generar un nuevo Shakespeare. Por ello, se propone su uso como una herramienta para potenciar la creatividad humana, no para sustituirla, ya que facilita transitar de la hoja en blanco hacia un punto de partida para la inspiración, un asistente para explorar variaciones o un colaborador en el proceso creativo, siempre que el toque y la visión del artista continúen siendo predominantes (Stone, A. 2025).

IV. Desafíos y Consideraciones Éticas Transversales
La integración de la IA en las HD no está exenta de riesgos significativos que deben abordarse desde una perspectiva crítica y humanista (García-Serrano y Menta Garuz, 2022):
Autoría, propiedad intelectual y plagio: La IA generativa desdibuja las nociones tradicionales de autoría, creando dilemas sobre la propiedad intelectual y la remuneración justa. En el ámbito académico, el riesgo de plagio automatizado es una preocupación central. Esto obliga a redefinir la integridad académica y a declarar de manera transparente el uso de estas herramientas evitando que los estudiantes dependan de la IA para elaborar textos o tareas. Esto obliga a los docentes a cambiar su forma de enseñanza y de evaluación, pues tendrían que recuperar la forma en cómo los estudiantes piensan y expresan sus ideas, conocimientos, y su escritura.
Sesgos, fiabilidad y "alucinaciones": Los modelos de IA pueden heredar y amplificar los sesgos de género, raza, cultura presentes en sus datos de entrenamiento, llevando a representaciones estereotipadas y predominio de cierto lenguaje. Además, son propensos a generar alucinaciones, es decir, información falsa pero verosímil, lo que exige un alto grado de escepticismo y habilidades para verificar y contrastar fuentes, una competencia fundamental de la alfabetización digital.
Brecha digital y hegemonía cultural: Existe un riesgo palpable de que la IA profundice desigualdades. El acceso a las herramientas más potentes es desigual, y los modelos suelen estar entrenados predominantemente con datos en inglés y desde perspectivas culturales del Norte Global. Esto puede llevar a una nueva forma de "imperialismo" o "colonización algorítmica", marginando el patrimonio y las visiones del Sur Global.
La Necesidad de un marco ético: Es imprescindible que las instituciones educativas y culturales desarrollen marcos éticos y normativos sólidos que guíen el uso responsable de la IA. Estos deben basarse en principios como dignidad humana, equidad, transparencia, responsabilidad y bienestar social, asegurando que la tecnología se desarrolle en beneficio de las personas y no al revés. La alfabetización en IA debe incluir, por tanto, una fuerte dimensión ética.
Conclusión
La inteligencia artificial representa una fuerza transformadora ineludible en el campo de las Humanidades Digitales. Lejos de ser una amenaza que reemplace al humanista, se presenta como una poderosa aliada que, utilizada de manera crítica y reflexiva, puede amplificar nuestras capacidades para investigar el pasado, enseñar en el presente y crear para el futuro. Desde la lectura distante que revela patrones ocultos en la literatura hasta la restauración de patrimonio cultural y la reinvención de las prácticas pedagógicas, las oportunidades son inmensas.
Sin embargo, para aprovechar este potencial, debemos evitar la fascinación acrítica y el uso sustitutivo que nos convierte en Quijotes modernos, luchando contra molinos de viento algorítmicos sin comprender su naturaleza. La tarea de las universidades y de los humanistas es liderar una implementación de la IA que sea ética, equitativa y centrada en el ser humano. Esto implica revisar los currículos, formar docentes y estudiantes en una alfabetización digital crítica, y desarrollar marcos de gobernanza que aseguren la transparencia y la responsabilidad.
En última instancia, la convergencia de la IA y las Humanidades Digitales nos obliga a reafirmar el valor de lo humano: el pensamiento crítico, la creatividad, la empatía y el juicio ético. Son estas las habilidades que ninguna máquina puede replicar y las que nos permitirán alimentar al algoritmo, guiando la revolución tecnológica hacia un futuro donde la humanidad y la tecnología avancen, verdaderamente, de la mano.
Referencias
Artopoulos, A. (2025). Aprender con Inteligencia Artificial en el nivel superior. El caso de la Lectura Distante. Praxis educativa, 29(2), 1-19. https://dx.doi.org/10.19137/praxiseducativa-2025-290203
García-Serrano, A. y Menta Garuz, A. (2022). La inteligencia artificial en las Humanidades Digitales: dos experiencias con corpus digitales. Revista de Humanidades Digitales, 7. https://doi.org/10.5944/rhd.vol.7.2022
Henriquez Orrego, A. (2024) Desafíos y oportunidades de la evaluación de aprendizajes en la era digital (IA generativa). Inteligencia Artificial en Educación. https://historia1imagen.cl/2024/02/19/desafios-y-oportunidades-de-la-evaluacion-de-aprendizajes-en-la-era-digital-ia-generativa/
Magistrum University (7 de julio de 2025). El Nuevo Rol del Docente en Tiempos de Inteligencia Artificial. https://magistrum.university/el-nuevo-rol-del-docente-en-tiempos-de-inteligencia-artificial/
Moretti, F. (2015). Lectura distante (L. Mosconi, Trad.). Fondo de Cultura Económica.
Ramirez-Montoya, M.S., Morales-Chan, M., González González, C. S., Despujol Zabala, I., & Hernandez-Rizzardini, R. (Eds.). (n.d.). Artificial intelligence (AI) in the complexity of the present and future of education: research and applications [Tema de investigación]. Frontiers.
Stone, A. (29 de mayo 2025). Digital Literacy in the Age of AI: How to Fight Misinformation. EdTech Magazine.
Vergara-Aguirre, A. (2023). La inteligencia artificial, ¿una nueva era para la literatura? Estudios de literatura colombiana, (53), 11-20. https://doi.org/10.17533/udea.elc.354624