En este artículo se aborda la importancia que tiene la educación socioemocional en la formación integral de niñas, niños, adolescentes y jóvenes frente a diversas problemáticas actuales relacionadas con la salud mental. Asimismo, se proporcionan algunas estrategias para trabajar contenidos curriculares en el aula a través de ambientes socioemocionales seguros.
Incremento en los problemas socioemocionales
La educación socioemocional se ha convertido en un aspecto de suma importancia en la formación de los estudiantes, ya que en la actualidad se vive un preocupante aumento de los problemas emocionales a edades tempranas, por lo que resulta fundamental dedicar tiempo y recursos a desarrollar habilidades socioemocionales en estudiantes de todos los niveles educativos.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para los Niños (2019) es importante considerar que las habilidades socioemocionales de las personas se adquieren a lo largo de la vida, por lo tanto, se pueden enseñar y aprender.
Según cifras de UNICEF (2019), en el mundo, más del 20% de los adolescentes padecían trastornos mentales. El suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años; y alrededor del 15% de los adolescentes de países de ingresos medios y bajos se ha planteado el suicidio.
Esta situación se vio incrementada durante la pandemia debido al aislamiento social obligatorio, que provocó un impacto en la salud mental de las personas lo cual se manifestó en problemas tales como “nerviosismo, ansiedad e incertidumbre ante el nuevo coronavirus” (Mejía & Ramos, 2022).
Es importante reconocer que la salud mental no sólo conduce a un estado de bienestar, sino que, además, “es un derecho humano fundamental y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico” (Organización Mundial de la Salud, 2022).
El papel de la educación socioemocional
Por lo antes mencionado, y teniendo en cuenta que nos encontramos en una sociedad cada vez más compleja, donde la digitalización está modificando las estructuras familiares y comunitarias tradicionales, se requiere hacer una reflexión profunda sobre el papel del aprendizaje socioemocional en el desarrollo integral de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes (NNAJ).
En este sentido, se debe reconocer que el aprendizaje va más allá de la adquisición de conocimientos conceptuales y procedimentales que suelen tener mayor peso en el currículum, sino que las actividades académicas se deben enfocar también en el desarrollo de competencias emocionales, sociales y éticas que permitan a NNAJ comprender y gestionar sus propias emociones, para establecer relaciones saludables con los demás, de manera que sean capaces de tomar decisiones responsables, que integren la empatía y la resiliencia cuando las circunstancias lo requieran.
El concepto de educación socioemocional remite a un proceso pedagógico continuo, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias sociales y emocionales como elemento esencial del desarrollo integral de las personas, con el objetivo de capacitar para la vida y aumentar el bienestar personal y social. (Bisquerra 2000).
Cómo integrar la educación socioemocional en el aula
Algunas consideraciones y estrategias que se sugieren para el trabajo en el aula son las siguientes:
En primer lugar, la educación socioemocional no es un elemento formativo aislado de los contenidos académicos, sino que se trata de una manera de enseñar y aprender más inclusiva, en donde se llevan a cabo prácticas que implican el respeto por las emociones propias y de los demás, así como la creación de ambientes emocionalmente seguros en donde cada estudiante sienta libertad y confianza para identificar, nombrar y expresar sus emociones sin ser juzgado por ello.
En segundo lugar, se debe implementar el ambiente descrito como un componente natural de todas las asignaturas, por ejemplo, durante una clase donde se aborden contenidos históricos o de literatura, los estudiantes pueden discutir las emociones que los eventos históricos o literarios podrían haber provocado en los personajes, fomentando así que los estudiantes reflexionen sobre estas emociones y cómo podrían haber afectado las decisiones de los sujetos textuales involucrados.
Para trabajar el tema de la empatía, otra estrategia es solicitar a los estudiantes que elijan un personaje real o ficticio y traten de entender sus sentimientos o sus emociones relacionándolo con algún aspecto de la asignatura, por ejemplo, la empatía por las necesidades de plantas y animales en un ecosistema que es contaminado por los seres humanos.
Tercero, se puede utilizar la tecnología. Hay una gran variedad de herramientas digitales y aplicaciones que pueden ayudar a los estudiantes a entender y manejar sus emociones. Estas herramientas pueden ser particularmente útiles para los estudiantes que luchan con sus sentimientos o tienen dificultades para expresarlos.
A continuación se muestran algunas aplicaciones y herramientas que se pueden utilizar para trabajar aspectos de emociones dentro y fuera del aula.
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Conclusión
Al incorporar el trabajo en el aula de habilidades socioemocionales, permitimos el desarrollo integral de las NNAJ, fortaleciendo aspectos como el autoconocimiento, la autorregulación emocional, la colaboración, la conciencia social y la toma de decisiones responsables, reconociendo que el aprendizaje va más allá de la adquisición de conocimientos conceptuales y procedimentales.
Referencias
Bisquerra, R. (2000) Educación emocional y bienestar. CISS PRAXIS.
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (2019). Más del 20% de los adolescentes de todo el mundo sufren trastornos mentales.
Mejía-Zambrano, H., & Ramos-Calsín, L. (2022). Prevalencia de los principales trastornos mentales durante la pandemia por COVID-19. Revista de Neuro-Psiquiatría, 85(1), 72-82.
Organización Mundial de la Salud (2022). Salud mental: fortalecer nuestra respuesta.
Romo, M. G. A., y Montes, J. F. C. (2018). Gamificar el aula como estrategia para fomentar habilidades socioemocionales. Directorio.