El agua es fundamental para que exista vida en el planeta. Entonces, ¿por qué en México no la hemos protegido? Me parece que esto se relaciona con lo que se conoce como “cultura del agua”, es decir, los conocimientos, valores, creencias, percepciones, actitudes y conductas que tenemos con respecto a dicho elemento. ¿Cómo podemos mejorar la cultura del agua? Creo que para ello es necesario comunicar su importancia, la problemática que enfrenta nuestro país a este respecto, haciendo énfasis en nuestra contribución individual y colectiva a ella, así como en nuestra responsabilidad de hacerle frente y, finalmente, ofreciendo soluciones concretas y accesibles.
Importancia del agua
El agua es imprescindible para mantener la integridad de todos los ecosistemas y de las especies que albergan, debido a que está presente en los procesos biológicos, como la absorción de nutrientes en células cerebrales, la eliminación de desechos, la fotosíntesis en plantas, la producción de proteínas en los procesos moleculares de las células y la replicación del ADN durante la división celular. Asimismo, las células, incluyendo la membrana celular, necesitan estar hidratadas para funcionar correctamente. Cabe mencionar que la mayor parte del cuerpo del ser humano y de los demás animales está constituida por agua.
Por otra parte, el agua está presente en todas las actividades humanas y en todos los productos que fabricamos, por ejemplo, en la producción de alimentos, de energía, en el transporte, en los procesos de enfriamiento de las industrias, en la fabricación de ropa y de electrodomésticos.
Disponibilidad del agua
Se sabe que el agua constituye la mayor parte de la superficie terrestre (alrededor de 70%) y que la cantidad de agua presente en la Tierra ha sido constante a lo largo de las eras geológicas. Entonces, ¿por qué nos preocupamos por su escasez?
Por un lado, porque el agua se encuentra únicamente en la corteza de la Tierra, en lo que se conoce como hidrósfera, además de que el 97.5% de ésta corresponde a agua de mar. Sólo el 2.5% es agua dulce y únicamente alrededor del 0.8% es accesible para el ser humano, puesto que el resto se encuentra en glaciares, en el permafrost (suelo congelado), así como en acuíferos muy profundos.
Por otro lado, porque aunque la cantidad de agua permanece constante a escala global, cuando en un sitio, por ejemplo, en una ciudad, la demanda del recurso excede su disponibilidad natural, el recurso se vuelve escaso localmente. Si, además, se extrae agua de otros sitios para abastecer la ciudad, se producirán déficits en dichos sitios, es decir, escasez. Asimismo, aunque la cantidad de agua sea la misma en el planeta, al contaminarla, se puede volver inutilizable y esto equivale a que disminuya el volumen de agua útil disponible.
Problemática del agua en México
Disponibilidad natural heterogénea y concentración de actividades humanas
La problemática del agua se relaciona con cuestiones naturales, aunque la mayoría son antropogénicas, es decir, como resultado de la actividad humana. En cuanto a las naturales, nuestro país presenta una heterogeneidad notoria con respecto a la disponibilidad de agua: el sureste (los estados de Tabasco, Chiapas, Veracruz) recibe dos tercios del total de la precipitación pluvial de todo el territorio. Sin embargo, las actividades industriales se concentran en las zonas en donde el recurso es más escaso. Además, las ciudades más pobladas, o bien se encuentran en zonas áridas (como Monterrey), o bien en zonas con una disponibilidad mediana, pero su elevado número de habitantes ocasiona una alta demanda por el agua.
El agua y las cuencas hidrográficas
La dinámica del agua ocurre dentro de las cuencas hidrográficas, es decir, un área de tierra en la que toda la precipitación entrante drena hacia el mismo lugar, hacia el mismo cuerpo de agua o hacia la misma zona baja, como resultado de su topografía. Cabe señalar que el manejo que se haga de una cuenca repercute en la disponibilidad y calidad del agua. Si, por ejemplo, se eliminan los bosques de las partes altas de la cuenca, en los periodos de “secas”, se agravará la escasez de agua en las partes bajas y, en periodos de lluvias, habrá mayor propensión a inundaciones. Asimismo, debido a la erosión por la falta de vegetación, cuando llueva, una parte del suelo se desplazará hacia las partes bajas, provocando eutrofización de los cuerpos de agua, es decir, la contaminación del agua con nutrientes en exceso que provienen de la agricultura. No obstante, en nuestro país la deforestación en los últimos cinco años fue de 127 800 hectáreas, lo equivalente a tres veces la superficie de Toluca.
Los usos del agua
La agricultura es la actividad productiva que consume un mayor volumen de agua (76%), seguida del abastecimiento público (uso doméstico, industrias y servicios), que consume alrededor de 14%, y finalmente, la producción de energía eléctrica y las industrias autoabastecidas. En todas estas actividades, el agua se utiliza de manera ineficiente y algunas son particularmente contaminantes, como la agricultura y la industria.
Además de tomar en cuenta el volumen consumido por cada actividad, considero muy importante señalar su relevancia a distintas escalas. Por ejemplo, en ciudades como la Ciudad de México, más del 90% del uso es doméstico, aunque a nivel del país este uso no sea muy elevado. De manera similar, si una industria se apropia de un manantial, los habitantes de esa localidad pueden sufrir un grave desabasto del recurso.
Me parece fundamental que hagamos énfasis a los alumnos y a la comunidad en general en la relación que, como consumidores, tenemos con estas actividades. Es decir, todos “participamos” en el derroche y la contaminación del agua de la agricultura y de las industrias al consumir productos agrícolas o cuando, por ejemplo, adquirimos aparatos electrónicos, coches o ropa. Aunque hacerlo es inevitable, conviene fomentar el consumo responsable sobre el agua que se requiere para fabricar distintos productos (agua virtual), como un celular o una computadora (20, 000 litros), un kilo de carne (15 000 litros).
También es fundamental comunicarles que necesitamos resistirnos a fenómenos relacionados con el capitalismo, como los tres tipos de obsolescencia: programada (los productos están fabricados para durar poco tiempo), percibida (tenemos la sensación de que lo que usamos está pasado de moda) y de especulación (se nos ofrece algo que funciona mejor que nuestro producto actual).
El agua y las ciudades
El fenómeno de la urbanización provoca impactos importantes en la calidad del agua, tales como una mayor demanda de agua y una elevada contaminación, debidas a la concentración de habitantes; una modificación de los escurrimientos por la impermeabilidad del pavimento; el aumento de la temperatura del aire y del agua que escurre ocasionada la elevada temperatura del pavimento, entre muchos otros impactos.
Por otra parte, la gestión del agua en las ciudades mexicanas, que involucra tanto el abastecimiento de agua, como el alcantarillado (drenaje) y su saneamiento (tratamiento de aguas residuales), tiene graves deficiencias. Se pierde alrededor del 50% del agua en las redes de distribución de agua potable; aproximadamente 1.5 viviendas del país no tienen drenaje; sólo el 40% de las plantas de tratamiento funcionan adecuadamente.
¿Qué podemos hacer de manera personal?
En mi experiencia, es conveniente comunicar a los alumnos y a la comunidad en general una lista breve de acciones concretas de alto impacto positivo:
Para disminuir el volumen de agua utilizada en el hogar:
Colocar en los hogares regaderas, excusados y llave ahorradoras
Regar los jardines y las plantas no a pleno sol para evitar pérdida por evaporación
Reparar fugas en el hogar
Bañarse en menos de cinco minutos
Utilizar la lavadora con carga completa
Para disminuir la contaminación del agua utilizada en nuestra higiene y en el hogar:
Disminuir el uso de cosméticos
Sólo consumir los antibióticos indispensables
Llevar medicamentos y pilas a centros de acopio
Para mantenernos informados y contribuir a la sensibilización:
Mantenerse informados sobre el manejo del agua en el país y a nivel de nuestra localidad y comunidad
Comunicarse al respecto con amigos y familia
Para involucrarnos en el manejo del agua en nuestra localidad, impulsar y participar en:
Creación de azoteas verdes
Corredores verdes
Colocación de materiales permeables
Humedales
Infiltración de agua de lluvia en acuíferos
Captación de agua de lluvia
Me gustaría, por último, sugerir que privilegiemos acciones para disminuir el consumo sobre aquellas soluciones tecnológicas que resuelven la escasez o la contaminación, pero con costos ambientales o importantes. Por ejemplo, la desalinización de agua de mar tiene impactos negativos severos sobre los ecosistemas marinos, al producir desechos y químicos nocivos, así como gases con efecto invernadero. Lo mismo, las plantas de tratamiento de aguas residuales producen gases con efecto invernadero, además de tener un consumo de energía considerable.
El presente artículo está dedicado a los problemas que se expusieron en el Webinar 141, titulado "Vamos juntos por el agua para todos" que se transmitió el pasado 9 de mayo a través del canal de YouTube de Red Magisterial. Los invitamos a verlo a continuación:
Dra. Cecilia Lartigue Baca
Es Bióloga por la UNAM, Maestra en Manejo de Recursos por la Universidad de Edimburgo, Reino Unido, y Doctora en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Toulouse II, Francia. Ha escrito artículos sobre gestión de agua, comunicación científica y ambiental en revistas de divulgación y arbitradas, nacionales e internacionales; ha impartido numerosas conferencias sobre el tema del agua. De 2008 a 2014 fue coordinadora de comunicación en el Programa de Manejo, Uso y Reúso del Agua, de la UNAM (PUMAGUA) y de 2014 a 2018, coordinadora ejecutiva del mismo. Sus líneas de investigación son: el manejo responsable del agua, así como la comunicación ambiental y científica.
Fuente original: redmagisterial.com/