Este artículo examina cómo los docentes en formación enfrentan una era de cambio en la que, en muchas ocasiones, su preparación se encuentra desalineada con los temas de relevancia actual en la educación, como la Inteligencia Artificial (IA).

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO] (2021) “se exige que haya un enfoque de la IA centrado en el ser humano, en donde el objetivo es incluir el papel desempeñado por la IA en la solución de las desigualdades actuales en materia de acceso al conocimiento, la investigación y la diversidad de las expresiones culturales”.
La promesa de la “IA para todos” debe permitir que cada uno pueda sacar provecho de la revolución tecnológica en curso y acceder a sus frutos, fundamentalmente en términos de innovaciones y conocimientos. En este sentido, cobra especial relevancia que profesionistas en formación del sector educativo tales como docentes, pedagogos y educadores comunitarios viven en una constante disyuntiva entre lo que se les enseña en los planes de estudio, el avance acelerado de la tecnología y los cambios en los métodos de enseñanza. En el contexto de la formación de docentes, la integración de la IA puede ofrecer soluciones innovadoras para abordar los desafíos contemporáneos que enfrenta el sistema educativo, mejorando la calidad y eficacia de la enseñanza (Jones y Pérez, 2020).
Castaño (2019) señala que la incorporación de la IA en la educación de los futuros docentes puede ayudarlos a prepararse para que estos se familiaricen con las tecnologías emergentes y sean capaces de utilizarlas de manera efectiva en el aula, lo cual no solo beneficia a los docentes a nivel individual, sino que también tiene un impacto positivo en la calidad de la educación que se ofrece a los estudiantes, preparándose para un mundo cada vez más digitalizado y en constante cambio.
Autores como Rodríguez y Vargas (2018) destacan la importancia de que los programas de formación docente no solo aborden los aspectos teóricos y prácticos de la enseñanza, sino que también preparen a los educadores para afrontar los desafíos contemporáneos. Así mismo señalan la necesidad de adaptar constantemente los programas de formación para abordar las cambiantes expectativas de la sociedad y del entorno educativo.
Una encuesta realizada por la Universidad de Guadalajara en el 2024 reveló los siguientes datos sobre el estado actual de conocimiento, las expectativas y las preocupaciones en torno a la IA. La encuesta revela que la curiosidad y el interés por la inteligencia artificial son altos, ya que el 93% de los docentes encuestados está dispuesto a utilizar la inteligencia artificial en su práctica docente mientras que el 87% considera que la inteligencia artificial transformará la forma en que se enseña en las universidades.
Sin embargo, la mayoría posee una comprensión básica de la inteligencia artificial, con un 83% de los docentes reconociendo que su nivel de conocimiento en este campo es moderado o escaso. Se han detectado prejuicios que van desde el rechazo a su empleo, hasta el uso indiscriminado y acrítico que concede todas las verdades a la IA.
Estas ideas preconcebidas están estrechamente relacionadas tanto con la resistencia de los docentes al cambio tecnológico como con la falta de curiosidad y sentido ético frente a la información recibida, lo que puede representar un problema y un desafío a la vez, pues la incorporación de la IA ha significado una disrupción sin precedentes que está demandando nuevas competencias y habilidades para su uso.
Entre los desafíos a los que se enfrentan los docentes en formación ante la IA se tienen los siguientes:
Programas de estudios desactualizados
Resistencia al cambio
Falsas creencias de la deshumanización de la educación
Falta de infraestructura
Falta de capacitación y conocimiento de los docentes sobre cómo utilizarla de manera efectiva
Desafíos éticos
¿Qué se puede hacer al respecto?
Generar entornos de formación en donde exista una coherencia entre las necesidades de la actualidad y los programas de estudio.
Consultar referencias actualizadas en donde se planteen los desafíos y las oportunidades de la IA. Por ejemplo, García, M. B. (2024).
Crear programas de capacitación que les permitan a los docentes en formación tener la alfabetización, apropiación y desarrollo de competencias vinculadas con la inteligencia artificial.
En conclusión, los docentes formadores de docentes tienen que incorporar la IA de una manera que esta tenga sentido, y ese sentido no lo da la tecnología, sino que lo da la pedagogía, ya que pareciera que existe una desconexión entre los desarrollos tecnológicos y su aplicación práctica en el entorno educativo.
Se debe entender que la IA tiene el potencial de transformar radicalmente la manera en que se enseña, aprende y evalúa, por lo que es necesario que se asuma con gran responsabilidad y compromiso por parte de los docentes, teniendo en cuenta que el hacer uso o incorporar la IA en el aula conlleva enfrentarse a desafíos como los antes mencionados.
Referencias
García, M. B. (2024). Inteligencia artificial para la educación: desafíos y oportunidades. Praxis, 20(1), 8-12.
Gómez, C. (2021). Adaptación de programas de formación docente a las demandas contemporáneas. Revista de Educación.
Iñiguez, Adriana (1 de abril 2024). Inteligencia artificial en la docencia: expectativas y desafíos. Saber de Ciencia CUSur. http://saberdeciencia.cusur.udg.mx/inteligencia-artificial-en-la-docencia-expectativas-y-desafios/
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO]. (2021). Inteligencia artificial en la educación.
Rodríguez, E. y Vargas, M. (2018) Innovación en la Formación de Docentes: Un Enfoque desde la Tecnología. Journal of Educational Research.