Visual thinking: Práctica educativa innovadora del siglo XXI
Cada profesor que se ha desempeñado frente al grupo ha usado el Visual Thinking o pensamiento visual mucho antes de que el término en sí fuera acuñado, porque todo maestro ha dibujado esquemas o presentado imágenes para explicar a sus alumnos algún concepto o problema.
Entonces, si es una práctica prácticamente tan antigua como la escuela, ¿por qué ahora se le asigna un papel preponderante entre las metodologías activas del siglo XXI?
Este concepto está ganando importancia como parte de lo que algunos llaman “el grupo de los Thinking”, un conjunto de formas de enseñar y aprender que forma parte, a su vez, de las metodologías activas.
Y frente a lo abstracto que puede sonar todo esto, ahora parece que aplicar el Visual Thinking precisamente para entenderlo es el camino más propicio. Veamos en este video qué es, qué nos aporta y por qué supera el uso intuitivo que pudiéramos haber hecho hasta ahora de las imágenes en la enseñanza.
Entonces, el Visual Thinking nos brinda muchos beneficios. Ingrid Mosquera Gende, autora de un blog especializado en educación, nos detalla esta relación de ventajas que esta metodología activa tiene sobre el uso de la palabra como único recurso para la enseñanza:
Involucra todos los sentidos en el proceso.
Mejora la memoria, la atención y la concentración.
Colabora en el desarrollo creativo y emocional.
Supone un papel protagonista y activo del alumno.
Ayuda a ordenar y organizar las ideas de forma lógica.
Promueve la reflexión sobre el propio aprendizaje.
Permite ver la información desde un punto de vista global.
El Visual Thinking, tal como se percibe desde el punto de vista de las metodologías activas, incluye varias fases:
La primera observación: Esta permite aproximarse a la imagen que contiene los conceptos de una manera llana, sin ideas preconcebidas. Nos permite ver el concepto en imágenes por primera vez.
Selección de lo que se ve: En este momento, el estudiante analiza las imágenes y adopta un papel activo al seleccionar las que capturan su interés y utilizarlas para explicarse a sí mismo fenómenos o procesos, problemas o conceptos.
Trascender a la imagen: Es la fase final del Visual thinking y la meta hacia la que apunta esta práctica educativa, en ella, el alumno elabora sus propios esquemas mentales de lo que ha visto. Puede expresarlos mediante imágenes que él mismo elabore, o bien, sintetizar su propia representación del tema con los medios que prefiera, incluida la palabra, en cuadros sinópticos, presentaciones o mapas mentales.
Si el Visual thinking ha capturado tu interés y ya quieres ponerlo en práctica, te sugerimos Mindmaps, es un buen lugar para comenzar. Te recomendamos que navegues y conozcas a fondo este recurso antes de que lo compartas con tus alumnos. Seguramente entre todos podrán diseñar mapas mentales que contengan las mejores ideas expresadas con atractivas y muy significativas imágenes.
Fuente original: redmagisterial.com
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