¡Piensa fuera de la caja y encuéntrate con tu creatividad!
Actualizado: 24 may
La importancia del arte en la educación va más allá de cumplir los objetivos de la educación artística. Al involucrar a los estudiantes en actividades artísticas se desarrollan habilidades y actitudes que permiten enfocar los problemas y resolverlos de maneras creativas y diferentes, incluso si son problemas que no están relacionados con las disciplinas artísticas.

El Ministerio de la Cultura, las Artes y el Patrimonio de Chile, publicó un manual titulado: Por qué enseñar arte y cómo hacerlo en el que detalla los beneficios de educar a los estudiantes en el arte:
“Cuando la educación se encuentra con el arte y la cultura, se abre una vía que brinda a niños, niñas y jóvenes la posibilidad de desarrollar todo su potencial. Una educación artística y cultural rica, con sentido, bien pensada y ejecutada, no sólo ayuda a los y las estudiantes a enriquecer sus proyectos artísticos, motivándolos a utilizar de manera creativa todos los recursos locales a su alcance, sino también a formular propuestas que van en beneficio de su desarrollo”.[1]
Por otro lado, la UNESCO ha señalado que “la educación artística desempeña una función importante en la transformación de los sistemas educativos y contribuye directamente a la solución de los problemas sociales y culturales que afronta el mundo contemporáneo". Es por eso que este organismo promueve las artes en la educación a lo largo de toda la vida.[2]
Practicar durante la educación una o más disciplinas artísticas, impulsa la creatividad, la innovación y la diversidad cultural. Por eso es importante apoyar y promover a los artistas y la libertad artística. Según la Unesco, el desarrollo del arte “fomenta los medios para lograr un mundo libre y pacífico”.[3]
El arte en la educación también puede ayudar a alcanzar propósitos formativos que no están necesariamente relacionados con la apreciación, disfrute o aprendizaje de una disciplina artística.
Los docentes del mundo lo hacen todos los días, por ejemplo, cuando se usan ejercicios de comprensión lectora e incluso de creación literaria para fomentar los valores que hacen posible la convivencia pacífica; otro ejemplo sería el uso de una puesta en escena para promover la comprensión lectora.[4]
Algunas de las habilidades que se desarrollan gracias a la educación artística incluyen las siguientes:[5]

Vamos a enfocarnos en el pensamiento divergente. Éste consiste en la capacidad para ver los problemas desde puntos de vista inusuales. Es conocida también como la habilidad para “pensar fuera de la caja” y ofrecer soluciones que no habrían sido concebidas si se observa